domingo, 21 de junio de 2009

Fundamentación

En la actualidad no cabe duda que ha habido un desarrollo importante en las bibliotecas de nuestro país durante las ultimas dos décadas. Si bien a finales de los años ochenta y principio de los noventa eran las Bibliotecas Universitarias quienes estaban a la vanguardia, manteniendo viva la investigación y el desarrollo de nuestra disciplina en general, desde hace unos cuantos años existe un importante desarrollo de las Bibliotecas Públicas a nivel nacional, implementando planes de lectura e iniciativas novedosas para la promoción de los servicios de las bibliotecas. También hay un aporte importante en cuanto a las Bibliotecas Escolares, con la incorporación de los CRA a nivel nacional, y es indudable también el campo que recientemente se abre a nuestra profesión en la empresa privada en el ámbito de la gestión documental. Sin embargo, hay un tipo de biblioteca que ha estado al margen de este importante desarrollo a nivel nacional: las Bibliotecas Populares y Comunitarias.

Si bien las posibles razones para esto son variadas, desde el perfil actual de los bibliotecarios hasta razones de carácter político y social, hay un factor determinante que ha producido el estancamiento de las Bibliotecas Populares y Comunitarias, el económico. Esto sucede por la simple razón de que, al ser estas bibliotecas autogestionadas y no depender de recursos gubernamentales o privados, sus medios de financiamiento son muy limitados con respecto a las otras bibliotecas, teniendo que sobrevivir a duras penas a los embates de un sistema económico cada vez más férreo y absorbente, lo cual amenaza no sólo su desarrollo, sino su propia existencia. Por esto existe una necesidad cada vez mayor de optimizar recursos en este tipo de bibliotecas, y de desarrollar servicios de información que no representen grandes gastos. Una alternativa para esto es aprovechar los servicios cada vez más diversos que nos entregan las tecnologías de la información, sin embargo sabemos que esto también significa una inversión por compra de equipamiento y software, entonces ¿cómo hacer para optimizar costos en este sentido? Atendiendo a esta inquietud nosotros planteamos como solución, utilizar software libre en bibliotecas comunitarias y populares.

Este tipo de software tiene la característica de ser distribuido de manera gratuita a través de Internet u otro medio y permitir a la vez la libre distribución a terceros. La filosofía presente en este tipo de software es la característica que posee su código de programación, el cual pude ser ajustado, modificado y redistribuido por los usuarios. Este tipo de software nace como una alternativa a la adquisición de licencias o software de tipo comercial el cual no puede ser modificado en su código fuente.